¿Se acuerdan del gobernador Republicano que había desaparecido misteriosamente para pasar el fin de semana en la París del Sur con su noviecita criolla?
Bueno, parece que cuando la Legislatura estaba por iniciar el "impeachment" para darle salida anticipada por su conducta impropia, su Vicegobernador abrió la boca y le sacó las papas del fuego con esta lindura:
Mi abuela no era una mujer muy educada, pero cuando era niño me dijo que no alimentase a los perros callejeros. ¿Sabe por qué? ¡Porque se reproducen! Uno agrava el problema si le da comida a un animal o una persona. Se reproducirán, especialmente los que sólo piensan en eso (comer)
Parece que ante la perspectiva de poner un mono con navaja en lugar de un marido infiel en el gobierno (y dejarlo en mejores condiciones para la precandidatura a la próxima elección), Republicanos y Demócratas se pusieron de acuerdo en taparse la nariz y permitir al Gobernador completar su mandato. Parece que éste sí sabía lo que hacía cuando eligió compañero de fórmula.



¿Qué hace acá? Se me va inmediatamente a este blog y me busca las figuritas de Mundo Garca para llenar el álbum que no debe faltar en ningún hogar Nac&Pop.
Porque la mejor educación para nuestros niños es ir conociendo a sus enemigos desde la cuna.
Y, de paso, acaricia un poco su inteligencia con una de las más finas plumas humorísticas que se pueden encontrar en la blogósfera. Todo cortesía del gran Geraldinho. No, graciavó.

Nota: Mundo Garca y ¡No te vayas, estúpida! cuentan con el aval y la colaboración muy interesada de Gloria Mundi. Soy Bob Row y yo apruebo este aviso.

El 29 de Diciembre murió el gran artista norteamericano que revivió la caricatura periodística en los '60 y estaleció un estilo para otros hasta su retiro, tres años atrás.

Tal vez se veía a sí mismo como "un pintor que hacía caricaturas para vivir"; pero sus trabajos muestran la evidencia de su auténtico compromiso con sus temas, así como con su ética (aquí la colección más extensa).

Nacido en una familia trabajadora judía, nunca perdió el afecto por la vieja cultura socialista del mundo Idish. Esa que vio a la Civilización Occidental traicionar las promesas humanistas de la Ilustración y resultó aplastada en el Holocausto. El actual predominio de tendencias religiosas y nacionalistas entre las comunidades judías no se puede entender sin contar con esa catástrofe material y cultural.

Siendo yo mismo un remanente de esa cultura casi extinta me he sentido siempre cercano al modo de encarar la caricatura por Levine. Pero no había oído hablar de él hasta los 25 años, cuando ya tenía algunos años de estudio de Arte (e Historia) y de práctica retratística. Sin embargo resultó decisivo en el curso que tomó mi vida.

Yo había ido a estudiar Historia en Jerusalén después del golpe militar y acostumbraba hacer retratos bajo las murallas de la ciudad Vieja para complementar mi beca,  pero nunca llegué a sentirme cómodo (su visión de la Historia era demasiado conservador para mi gusto). No tenía idea de qué hacer ni de dónde vivir si abandonaba la Universidad, cuando cayó en mis manos un artículo del International Herald Tribune. Se titulaba: "The fine line of David Levine" (léase en versito: "De fain lain...etc") y contenía fragmentos de sus ideas junto a algunos dibujos. De golpe supe lo que hacer. Viajé a Tel-Aviv con una "colección" de apenas tres dibujos (Carter, Sadat y Begin); pregunté por cualquiera (me atendió Tommy Lapid, que llegaría a ser Vice-primer ministro) en cualquier diario (Maariv) y obtuve mi primer encargo.

Yo nunca había soñado con ser caricaturista profesional. Era fan de Hermenegildo Sábat, quien hacía entramados como Levine, desde su aparición en La Opinión. Pero su estilo era demasiado salvaje para seguirlo. Levine tenía un enfoque más racionalista que era más cercano a mi propia sensibilidad. Él abrió el sendero que he recorrido desde 1978 y le estoy agradecido por eso.

¡Hasta siempre Maestro!