La muerte de Tomás Eloy Martínez provocó una ola de consternación y elogios de infrecuente unanimidad. Así, mientras los medios y políticos opositores al gobierno lo ensalzaban como uno de los suyos, desde la vereda de enfrente se recordaba la audacia con la que desde la revista Panorama desbarató en 1972 la versión oficial sobre los fusilamientos de Trelew. Maestro fue el sustantivo más recurrido para adjetivarlo.
La sección Debates de Río Negro le dedicó íntegra su edición de la semana, encabezada con esta ilustración. Perón fue para Martínez -como para tantos otros- el nudo gordiano de la política argentina imposible de desatar. La presencia de López Rega en sus entrevistas con el General exiliado -y el exilio que a él mismo le costó posteriormente-, sin dudas dejaron en él un residuo de desconfianza y antipatía que se extendió hasta los Kirchner. Pero no por ello la comparsa opositora se hacía acreedora de sus expectativas.
Entre las sub-notas que integran el suplemento, una es indicativa del oportunismo con que al menos parte de la oposición se unió al panegírico. La nota recuerda las cuentas pendientes que tenían con él los radicales por su participación periodística en la deslegitimación del gobierno de Illia que culminaría con su derrocamiento. Episodio del que no parecen acordarse cuando suscriben alegremente las operaciones clarinescas y las denuncias penales contra la presidenta.
La fuente principal para la entronización de Martínez en el panteón canónico de la derecha son las columnas que publicaba en los últimos años con base estratégica en La Nación. Una de ellas da buen pie para medir las virtudes de su estilo periodístico colorido y documentado así como las limitaciones de su análisis socio-histórico, más efectista que profundo. Se trata del "Cesarismo democrático", cuando no.
Una primera virtud es la de comenzar invocando la autoridad teórica de Antonio Gramsci, largamente vituperado por los plumíferos del coro derechista. Sin embargo, uno de los puntos clave señalados en esa introducción (que hay cesarismos progresivos y regresivos, según su papel histórico) queda sin desarrollar, para pasar de inmediato al racconto de algunos dictadores latinoamericanos ilustrativos del fenómeno cesarista. Al volver al presente se engloban las varias figuras que podrían reputarse sucesoras de tan desagradables antecedentes. Sobre el juicio que le merecen sus obras gubernativas en el contexto de las sociedades desarticuladas que los cobijaron y el grado de representatividad democrática que demostraron, ni una palabra. Tampoco, claro, se encuentra allí un análisis de las constelaciones sociales que mantuvieron a estos países embretados entre opciones de difícil resolución. El "empate catastrófico" del que recientemente se ocupara Artemio López, invocando también a Gramsci.
Lo que en el caso argentino significa decir cómo se resuelve, si no es con una fuerte impronta cesarista, la alternativa entre una burguesía agraria (hoy crecientemente rentística) de alta rentabilidad pero a la que le sobran diez millones de habitantes y otra industrial, que vive del trabajo de esa población, pero compensando sus desventajas de eficiencia con subsidios y salarios contenidos (con inflación, entre otros métodos). Y esto sin mencionar la bisagra financiera, los lazos internos que vinculan la participación de capitales en los tres sectores y la dependencia común de las condiciones impuestas por el capital globalizado. ¿Con una guerra civil a lo Lincoln o con una toma del Palacio de Invierno sin Lenines a la vista?
Algunas de las preguntas que ya planteamos en este blog y en su versión anterior dentro de las limitaciones que nos competen, pero con la saludable intención de promover el debate con los lectores capaces de darle el vuelo necesario. Ese que los que hoy santifican a Tomás Eloy nunca tendrán.
Comments (17)
Usté está escribiendo incluso mejor de lo que dibuja, le digo. Buenísimo todo.
Gracias Gerald, espero no haber sido demasiado barroco. Si puedo, este finde agrego algunas figus, eh. Un abrazo.
Buen post, porque deja abierto muchos temas. Personalmente, el pensamiento de Gramsci me atrae y me repele a la vez: Su gran ojo para describir y prescribir situaciones políticas a veces parece olvidar esa claridad y orden que el materialismo dialéctico buscaba darle a la historia. Siempre teniendo en cuenta las condiciones en que fueron escritos sus cuadernos.
Respecto a Martínez, leí muy poco de él, no me atrae. Sí me preocupa cómo, ante la pobreza editorial del presente, la revista Primera Plana va tornándose un modelo para muchos periodistas más seducidos por la forma (técnicas, diseño, redacción) que por el contenido. Esto, además del consabido "efecto-Lanusse" (verlo a Lanusse como un militar bueno a la vista de lo que vino después): A la vista de lo que fue Gente o Somos durante la última dictadura, Primera Plana parece casi de izquierda. Saludos
Bueno, las condiciones en las que escribió Gramsci hacen que su estilo sea un poco pesado por exceso de alusiones un poco oscuras. Pero generó una serie de conceptos muy apropiados para orientarse en la complejidad política de las sociedades occidentales (al menos en su etapa de desarrollo "intermedio", hoy hay que completarlo). Por esa misma complejidad da para muchos "usos". Portantiero y su grupo de alfonsinistas es un caso. García Linera, un caso opuesto (vale la pena leer la entrevista completa siguiendo los links de Artemio).
De Martínez, "Santa Evita" está muy bien llevado, aunque mantiene una ambigüedad bastante tramposa entre lo "histórico" y lo "novelístico".
Primera Plana fue un fenómeno muy curioso representante de una burguesía nacional-desarrollista (fogoneada por el PC) que creía lograr una alianza estratégica con un sector democrático de las FFAA. El fracaso de esa alianza a manos de Onganía derivó en la radicalización vanguardista de la pequeño-burguesía y la especular hegemonización de los militares por el sector terrorista y anti-industria. En ese sentido, sí, Lanusse parece una figura shaquespeareana, que no entiende cómo la Historia lo pasó por arriba. El relato de sus negociaciones con Gelbard para que el Estado financie Aluar fue escrito como denuncia y hoy es motivo de nostalgia. Un abrazo.
La burguesía nacional-desarrollista fogoneada por el PC podría estar representada por Frigerio y Gelbard, no por Primera Plana, que desde su origen fue un medio de propaganda de los milicos azules (Timerman admitió que Azul era el primer nombre pensado para la revista).
Algo hay de cierto, se dirigía a sectores de clase media y clase media alta intelectualizados y a empresarios, todo ellos fuertemente permeados por las teorías de la modernización en boga, los que encontrarían en el modelo militar-industrial, que (supuestamente) representaba Onganía, el agente para el desarrollo.
Vale agregar que en algunos estudios mal han comparado a Onganía con un intento de régimen franquista. Dejando de lado el nacionalcatolicismo del personaje, el general se inspiraba en el cesarismo-modernismo del gobierno militar brasileño.
Tomás Eloy Martínez, en mi opinión, fue bastante mediocre, o se reservaba el talento para los íntimos. Paradojalmente, su muerte da para estos pequeños análisis sobre la Revolución Argentina y algo más. Saludos.
Anónimo: ¿Y te parece que Timermann no tenía relación con Gelbard o el PC? Todavía recuerdo las pintadas de la FJC a la salida de la última dictadura: "por el acuerdo cívico-militar". Fueron constantes en la busca del acuerdo con los Azules "por el bien de la República" aunque éstos sólo eran democráticos en la fantasía del PC.
El golpe del '67 buscaba ponerse a la par de los brasileños (contado por Mariano Grondona) pero (como en el '30 o el '55) se encontraron con esa pared que es que la llave del financiamiento de la industria la tiene el campo y su poder de veto. Gracias por comentar.
Amigo te felicito, que buen blog, como leí en un comentario más arriba, escribes mejor de lo que dibujas... y como dicen por ahí "nunca es tarde si la dicha es buena"...muy buena la presentación y mejor la página, como me considero neófita en este tema, no me atrevo a comentar no vaya a ser que ponga un huevo, te visitaré siempre, y porfa espero algo sobre los acontecimientos del caribe central, el mundo no es sólo Argentina, tienes que internacionalizarte para dicha de tus lectores.
Un saludo afectuoso
Karina....
Hola Karina; bienvenida y gracias por dejar tu saludo. Ojalá tuviera más oportunidades de ocuparme de nuestro continente. Desde ya te digo que tu existencia le da un significado especial para mí a las noticias que llegan de tu región. Tanto por la valiente decisión de tu presidente de dar refugio a Zelaya, como por la tragedia que ha enlutado la otra mitad de la isla y debe, seguramente, plantear un futuro problemático a tu patria. Un fuerte abrazo.
La cosa es que la muerte santifica. Aunque hayas sido un squenum.
Amén.
Bob:
Tengo pensamientos mezclados sobre Martínez. Recuerdo sus columnas en La Opinión (allá por el '75) que solían ser brillantes, aunque quizás tenían más de literatura que de periodismo. Disfruté mucho de La Novela de Perón cuando salió por entregas semanales en El Periodista en el '84, con multitud de fotografías y documentos históricos. Lo que hizo después (aclaro que no leí Santa Evita) ya no me pareció interesante.
Alguna vez estuve por dedicarle un post. Pienso que en su empeño por construir una imagen de Perón opuesta a la que el mismo Perón quiso dejar de sí mismo, a TEM se le escapó la comprensión del fenómeno peronista. Aunque no sé si esto le interesaba realmente.
Y viendo los homenajes que le hizo La Nación, p.ej. con un suplemente ADN íntegramente dedicado a él, recordé una vieja foto de TEM muy sonriente junto a Mario Firmenich en Managua cuando la revolución sandinista, si no me equivoco. Por supuesto que LN no iba a reflotar esas cosas hoy en día; no es algo que le cuadre a un intelectual antikirchnerista. En fin, un aporte a tus palabras sobre la santificación de Martínez.
Un abrazo.
Rafa: muy bueno tu aporte; qué pena que nadie haya puesto en el aire esa foto para enfriarles un poco el entusiasmo a los "repúblicos" que santifican a Martínez para ungirse a sí mismos de santidad.
Por mi parte, no sería honesto criticar la ambigüedad "progre-gorila" de Martínez sin hacer un balance de mi propia trayectoria. En el '73 creía que "Perón evita la Patria Socialista" (frente a la erónea consigna de "la Tendencia" : "Perón, Evita, la Patria Socialista").
Recién con Kirchner (y gracias a gente como vos, Manolo, Ezequiel, Luciano y otros) empecé a comprender el valor histórico (aunque sea transitorio) del valor regulador del Estado (aunque no sea socialista) frente a las fuerzas destructivas del Mercado en una formación socio-económica concreta como la nuestra. Cómo conseguir que ese Estado no quede en manos de nuestra inconsecuente burguesía industrial ya es otro tema. Un abrazo.
Compañero: lo felicito por su blog.
Lo invito a conocer el mío y, si le gusta, hacernos seguidores mutuos.
UN JUDIO APOYANDO TOTALMENTE EL INTENTO FACHISTA MAS CONSUMADO QUE TUVO LA REPUBLICA.
QUE LE VAMOS A HACER ,EN ESTE PAÍS EL NAZISMO SE LLAMA A LOS GRITOS PELADOS!!!!!!!!!
Pero don BOB ud no tiene edad PARA CREER TANTAS COSAS TAN INOCENTEMENTE.
QUE ESTEN POR CONVENIENCIA CREANDO SEMEJANTES CONFUSIONES?
Mi hija ,pobre criatura ,que ha heredado un honrado apellido judio me comenta.
HAY GRAN APOYO A CRISTINA ,lo que en si todos están de acuerdo es CONTRA LOS JUDIOS.
Palabras sencillas de una jòven .
Por favor no sigan FOMENTANDO ENFRENTAMIENTOS para unir fuerzas que van a hacer un bodrio ESPANTOSO.
Lean por favor los lineamientos de los PC en ESPAÑA estan totalmente ANTIJUDIOS.
Vayan a la formación de neo comunismos en los paises que estaban tras la cortina:están influenciados directamente por la RUSIA DE PUTIN ESTAN ANTISIONISTAS.