Esta es la versión modificada de la ilustración que hice para esta nota. En lugar del candidato neuquino Pereyra, agregué al candidato a legislador porteño Taiana.
La reaparición de Taiana en el panorama político del FPV tiene para mí una significación particular. Es un signo del fracaso de la conducta verticalista y Cristino-dependiente que el kirchnerismo adoptó desde hace algo más de dos años. En aquél momento dije que el modo como se confeccionaron las listas (desde arriba) y la actitud poco retributiva hacia la militancia de base (p.ej. el Movimiento Evita), sindical y territorial me generaba muchas dudas sobre el futuro.
Luego, cuando las presidenciales arrojaron cerca de un 55% de votos para la Presidenta aumentaron mis temores. Era claro que en ese porcentaje había muchos votos de conveniencia circunstancial que podían favorecer una engañosa sensación de imbatibilidad y dificultar la percepción de los errores a corregir. También Yrigoyen, Perón (y Menem) tuvieron holgados triunfos electorales en sus segundos mandatos, para ver evaporarse esa popularidad en un par de años.
Taiana tiene la particularidad de emitir sus opiniones por sí mismo, sin invocar la conducción de Cristina. Y esa será una cualidad importante a medida que se acerque 2015, cuando haya que seleccionar un candidato para representar al espacio político por su capacidad de decisión propia. Y porque va a ser necesaria mucha altura y serenidad para desenmascarar la construcción de los medios en torno a su encontrada "esperanza blanca"; el abyecto soplón de La Embajada que Cristina eligió alguna vez para presidir su gabinete de ministros.
Hace varias semanas hice esta ilustración para una entrevista con el historiador italiano Loris Zanatta. Dudé mucho si publicarla, ya que tuve algunas dificultades para hacerla y el tema no parecía de mucho interés actual. Cada tanto aparece un académico del Primer Mundo que dispone de recursos abundantes para investigar y publicar sus "tesis" sobre el populismo latinoamericano y, en especial, sobre el Peronismo. Y los resultados suelen parecerse: unidad emocional entre masas y líder, debilidad institucional democrática, etc. Zanatta "descubre" las raíces ideológicas de este fenómeno histórico en el comunitarismo católico tomista que desconfía del individualismo liberal. Un párrafo de la entrevista puede resultar ilustrativo:
–Hagamos historia contrafactual. Conociendo como conoce a Eva a través de investigarla, de haber vivido en el 55, ¿hubiese caído Perón? Es un interrogante que siempre está entre los argentinos cuando se reflexiona sobre aquel tiempo. Se debate a partir de la vehemencia de Eva, su fanatismo, como razón de haber de resistir sí o sí…

Yo también sé de esa pregunta. Sí, es posible que de haber vivido Eva en aquel 55 Argentina hubiese tenido un "éxito español" del 36... una guerra civil. Esta posibilidad está en línea, en coherencia con lo que digo en mi biografía política de Eva: Perón no cayó porque no la tenía más a Eva; cayó, entre otras razones, porque la había tenido a Eva, que con su maniqueísmo radical, su estilo confrontativo, había destruido mucho del armazón corporativo que había montado Perón y que ya no pudo volver a armar.
Me parece ahora interesante comparar esta visión externa y reduccionista con el panorama de la dinámica interna peronista (particularmente en el conurbano) que expone el amigo Manolo Barge en esta entrevista con la agencia Paco Urondo. Porque si algo parece surgir de su descripción es que -contra la comodidad intelectual vestida de sentido común- nada es menos seguro en el peronismo actual que la lealtad clientelar a los caudillos. Y que los votos se ganan (o se pierden) por los resultados concretos de la gestión política según sea percibida por un electorado que juzga y decide con más libertad que nunca en toda nuestra historia.