Esta nota hace una evaluación de los argumentos a favor y en contra de la proliferación de universidades en el conurbano bonaerense. Las últimas tres, creadas por ley a fines de 2009, antes del cambio de composición parlamentaria.
Se hace difícil diferenciar con claridad los motivos invocados para su creación (inclusión social, igualación de oportunidades) de los menos explicitados de conveniencia política en el complejo sistema provincial de intercambio de favores.
Las críticas van desde la real posibilidad de conseguir un alto nivel académico en estos institutos, pasando por la superposición con la discusión de un nuevo marco regulatorio (Puiggrós), hasta la postergación del refuerzo de otros niveles educativos profesionales, más necesarios en ese ámbito.
Confieso que no tengo la información suficiente como para opinar en este tema. Es posible que las razones altruistas previsibles, resulten dudosas en boca de algunos de los personajes mencionados en la nota. Pero también he observado indicios de que algunas universidades creadas anteriormente en otras localidades del conurbano se desenvuelven bastante bien.
Seguramente más de un lector ocasional del blog puede dejar un comentario mejor fundamentado de lo que yo podría hacerlo.
Como estoy un poco falto de inspiración discursiva, me limito a postear esta caricatura de hace un tiempo. Salió publicada (a medias) con una nota de Oppenheimer.  El bueno de Andrés ya se está babeando con los éxitos que imagina para su nueva estrellita derechista. Pero se apura a equivocarse de antemano (para no perder la costumbre) anunciando la imposibilidad de mejoramiento de las relaciones de Santos con el energúmeno de Chávez. 
Dicho y hecho, pocos días después los dos vecinos presuntamente inconciliables se dieron la mano -gracias a la mediación de Néstor Kirchner- y se cubrieron de elogios, desactivando la granada dejada por el psicópata de Uribe. ¡Qué clarividencia!
La ilustración no es muy original pero la hice según indicaciones para esta nota que evalúa las posibilidades de cada uno para alzarse con la candidatura radical el año que viene.

De paso me pidieron que escribiera unas líneas complementarias con la perspectiva del caricaturista. Acá están:


Los dos rostros de un tiempo interesante


Dicen que dice una vieja maldición china: "Que te toque vivir en tiempos interesantes", dando a entender que los períodos tormentosos y cambiantes (interesantes para un observador) resultan desgraciados para el hombre de a pie, que debe sufrirlos.
Para un caricaturista político, en cambio, los "tiempos interesantes" son una bendición (siempre que tenga el sustento asegurado): los personajes vienen y van, se elevan y caen, renovando continuamente el material de trabajo.
La política argentina durante de los últimos años ha combinado abundantes temas de debate semanal con una llamativa continuidad de los elencos estables: los Kirchner, los Fernández, Carrió y poco más. Esto obliga al caricaturista a exprimir su imaginación en busca de nuevas metáforas con las que revestir a sus actores. Tiempos poco interesantes.
Pero todo eso cambió en marzo del 2008. Una decisión casi burocrática, la llamada "resolución 125", se convirtió inesperadamente en fuente inagotable de luchas aparentemente "decisivas". Nuevos personajes aparecieron. Los argentinos nos enteramos de golpe de que teníamos un vicepresidente cuyo voto "no positivo" podía lanzarlo al estrellato del cielo opositor sin necesidad de abandonar las oficinas gubernamentales. Se demostraba una vez más que el ingenio criollo no conoce límites.
Tiempo después un accidente biológico, la desaparición del primer presidente de la recuperación democrática, nos hizo notar –en medio de la general consternación de la despedida– que no se había ido del todo. Allí estaba, recibiendo las condolencias, un rostro llamativamente parecido, sólo que sin la notoria fogosidad que habíamos conocido.
Julio Cobos y Ricardo Alfonsín llegaron casi sorpresivamente al firmamento de la política nacional para darnos a los caricaturistas un aporte de variedad en nuestro trabajo cotidiano. Seguramente alguno de los dos tendrá un paso más fugaz que el otro por nuestro tablero (hoy pantalla digital) de trabajo. Pero mientras diriman en púlpitos y sets televisivos el derecho a encabezar la oposición política al gobierno, aquí estaremos, interesados y agradecidos.