Hollman Morris es un periodista y productor fílmico colombiano de investigación independiente a quien se le negó la visa de entrada a EEUU para asistir a una beca anual en la Universidad de Harvard por supuestos lazos con las FARC, de acuerdo con el Patriot Act. Dichos lazos fueron denunciados -sin pruebas- por el derechista gobierno de Uribe, de quien Morris suele exponer sus vínculos con los escuadrones de la muerte paramilitares. El caso era tan ridículo, que incluso columnistas insospechados de tendencias izquierdistas protestaron. Ahora parece que la avalancha de reclamos de organizaciones humanitarias y académicas logró revertir la decisión.

Buscando una imagen adecuada para explicar a Maradona en inglés recordé al personaje de la película "Rollerball" que se enfrentaba a la burocracia dirigente del juego global. Con la salvedad de que la historia real de Maradona no tiene la belleza coreográfica de un film. Es la historia de un "dios sucio" como dice Galeano, consciente de sus carencias y debilidades, demasiado humanas. Una historia de golpes, caídas y renacimientos.
Como DT del equipo argentino en la Copa de Sudáfrica, pueden discutirse las decisiones tácticas por las que se jugó. Lo que no podrá discutirse es la cohesión y el clima solidario que generó en un plantel de estrellas internacionales con poco pasado en común. Y -sobre todo- que su desbordante expresionismo y respuestas poco convencionales a la prensa le dieron color y calidez a un acontecimiento deportivo que la FIFA parece querer convertir en un trámite burocrático disfrazado con publicidad épica. Maradona se ganó el respeto y pedido de disculpas de más de un crítico, antes de caer derrotado como sus predecesores en el cargo. 
Tras la nueva derrota, algunos mediocres aprovecharon la circunstancia para vincularlo a los supuestos defectos del gobierno populista argentino. La falsabilidad de esta "teoría" es tan obvia que ni vale la pena detallarla; sobran los ejemplos de que no hay relación entre una cosa y otra (¿Las patadas holandesas en la final indican que su gobierno es una dictadura fascista acaso?)
La cuestión es que Maradona se resiste a traicionarse a sí mismo y a quienes le son leales. Justo antes de discutir la renovación de su contrato se presenta en actitud desafiante junto a Hugo Chávez y luego se planta ante la exigencia de que prescinda de sus colaboradores (y no se trata de que a mi me gusten, sino de la dignidad).
No sé si la Presidenta debería intervenir en la disputa, como se rumorea al tiempo de escribir esto. Pero no dejaría de ser interesante ver tambalearse el largo reinado de los Grondona y sus amigos.

P.D: La AFA no le renovó el contrato. La Presidenta se lamentó y expresó su intención de hablar con él. Si pudiera llegar a oírme le diría: "Cristina encargale a Diego un Campeonato Maradona para los chicos pobres de todo el país, con programas de seguimiento de la escolaridad y talleres de formación laboral y artístico ¡¡ya, por favor!!"
Hace unos días encontré esta entrevista al conocido cineasta. Recomiendo intentar traducir la transcripción con el Google Translator y leerla escuchando el video, ya que los gestos son elocuentes y a mí me conmovió bastante; sobre todo el relato de cómo empezó. Allí hay algo que no suele verse en los medios norteamericanos, aún en los del activismo de izquierda: algo REAL. 
Es la historia de un joven hijo de un trabajador de la General Motors que necesitaba que se sepa que su pueblo estaba muriendo por el despido de miles de empleados de la empresa y le pidió a un periodista visitante que le enseñe a filmar.
Lo curioso es que el periodista resultó ser un sobrino del entonces primer presidente Bush. La película fue premiada en Nueva York y se pasó en una función privada para la familia presidencial. Durante la función se escuchó sólo una risita nerviosa. ¿Adivinan de quién?
Otro post que quedó retrasado. En esta nota Oppenheimer apela a algunas encuestas para sostener que Obama mejoró la imagen de EE.UU. en Latinoamérica. De todos modos esa imagen es más baja en los tres países más grandes; peor en Argentina, luego México y Brasil. El articulista supone que no hay que desperdiciar la oportunidad de establecer acuerdos de libre comercio, aparente panacea universal.
Como no estoy de ánimos de argumentar, me limitaré a preguntar qué beneficios trajo el acuerdo del NAFTA a México, donde miles de campesinos se vieron arruinados por los precios subsidiados del maíz industrial de su vecino, viéndose obligados a migrar a las ciudades, caer en el delito o volver a migrar a EE.UU. para ser perseguidos como ilegales. Ni vale la pena.

Prefiero contar -para los que no lo conocen- que la idea para esta ilustración la tomé de Norman Rockwell, el más tradicional ilustrador popular norteamericano. En el original se trata de Gary Cooper maquillándose para el rol de "El Texano". Para ser un dibujo hecho a las apuradas (como siempre) no quedó del todo mal, modestamente, ¿no?





































Por hache o por be me retrasé con los posteos y ya tengo que entregar trabajo. 
Así que sin mayores comentarios procedo a recomendar la nota que ilustra esta escena. Se trata de la miseria invisible de Sudáfrica heredada del "apartheid". Sobre todo contra los trabajadores inmigrantes que viven hacinados en edificios abandonados por los blancos y que carecen de todos los servicios. ¿Alguno de los cientos de enviados especiales  mostró algo de esto?

PD: En compensación, acá puede leerse una historia de cómo el fútbol sirvió para sortear la prohibicón de actividad política para los negros y derrotar al apartheid.

Una nota interesante por sus propias contradicciones. Se suponía que fuera sobre el desconcierto del los peronistas ante sus divisiones. Pero a medida que se van desarollando las opiniones de los analistas y sociólogos entrevistados surge, más bien, el desconcierto de las oposiciones. Y la perspectiva de que el kirchnerismo al fin de cuentas tiene buenas posibilidades de recomponerse y asegurar la gobernabilidad mejor que cualquier alternativa. 
Me parece recomendable leerla, pese a que en la conclusión reaparezca una nota de dudoso buen gusto, haciendo un  paralelismo entre el hipotético triunfo mundialista (la nota salió el viernes) y la rechifla que recibió el dictador Viola. Más apropiado habría sido recordar la Copa del '86 que no evitó la derrota electoral de Alfonsín al año siguiente. La cuestión, de todos modos, ya quedó desactualizada.