Hace un tiempo hice esta ilustración para una nota sobre el "Reloj del Fin del Mundo" (Doomsday Clock) que marca el grado de riesgo de un holocausto nuclear desde la tapa del "Bulletin of the Atomic Scientists", cuyo lanzamiento en 1947 fue precedido por un manifiesto creado por estos dos gigantes del siglo XX.
Casualmente me encuentro con un texto de Einstein en el que hizo explícita sus opiniones sobre el Capitalismo y el Socialismo en 1949. En síntesis, se manifestaba contra la irracionalidad de la competencia ilimitada y a favor de la economía planificada. sin embargo terminaba con una advertencia frente al peligro de crear una burocracia todopoderosa.
Buscando algo equivalente de Russell me encontré con alternancias durante su prolongada vida que oscilaban entre el socialismo fabiano y el anarquismo organizado, pasando por un período algo paranoico de anticomunismo activo. Su texto clásico es "Los caminos de la libertad".
Pero buscando algo más, encuentro el blog de Jorge Parrondo, quien es un español que, habiendo conocido in situ durante quince años el funcionamiento del liberalismo estadounidense (y sus epígonos europeos pseudo social-demócratas), se decanta por un régimen social que -para empezar- asegure una renta básica universal a todos los ciudadanos.
Lo que tienen en común estas posiciones es, por un lado, el repudio del Capitalismo en cuanto pone como condición la miseria de muchos para el enriquecimiento de unos pocos y, por otro, la desconfianza en la capacidad del Estado para gestionar eficazmente la complejidad social (digamos, la microeconomía) al costo del control abusivo de los individuos.
Si algo debería quedar establecido tras los fracasos sucesivos del estatismo soviético (que nunca fue un principio marxista sino una circunstancia histórica) y de la globalización capitalista, es que los circuitos económicos locales (donde se preserve la iniciativa individual) deberían quedar estrictamente desenganchados monetaria y financieramente de los intercambios internacionales bajo control estatal.
Del resto conversamos después.
Comments (2)
A Einstein y Russell, junto con Fromm y otros conocidos y desconocidos, los tengo en un volumne compilatorio "Socialismo humanista"de Paidós, hallados en la desordenada biblioteca de mu viejo.
Alguna vez tendría que leerlo entero, pero lo que leí hasta ahora me permite poner las ideas de estos científicos en el contexto de la Guerra Fría y la búsqueda de una salida humana a la era de la tecnología atómica, las grandes corporaciones (privadas y estatales) y los mass media, que tanto amargaron a Marcusse, Adorno y otros.
Pero el tiempo pasó, y el humanismo se tornó el argumento de esos villanos, con sus Soldados Ryan, con sus victimas de Sarajevo, Biafra, Haití, con los United Collors of Benetton, con el Live Aid, con los derechos humanos como argumento contra el "Eje del Mal" y las pequeñas historias como argumento contra el estructuralismo, el marxismo y el existencialismo. Me quedo con lo que dice Badiou: Defendamos la humanidad pero no el humanismo.
Russell y Einstein son dos mentes brillantes deuna época difícil. Su tiempo pasó.
Saludos.
Si, claro que el "Socialismo humanista" está marcado por la época. Y también es cierto que el humanismo fue reabsorbido por el sistema a traves del Posmodernismo.
Pero justamente por eso, recordar que dos íconos culturales del humanismo se negaban a ceptar la naturalización del capitalismo, sirve para llamarle la atención a esos posmodernos.
Por otro lado, alguna vez va a haber que replantearse el naturalismo con el que los marxistas doctrinarios tienden a quedarse en el modelo estatalista soviético y afrontar la cuestión de hasta qué grado deben subsistir formas de mercado al interior de una sociedad durante el tránsito socialista. En otras palabras, el debate sobre la NEP que fue liquidado por el golpe de timón stalinista. Un abrazo.