La ya prolongada crisis del Capitalismo en los países centrales de la economía "globalizada" tiene como subproducto ideológico el ascenso a los extremos en la retórica política. Aunque sería más apropiado hablar del descenso hacia la barbarie por parte de los publicistas de la derecha y los medios de comunicación masiva.
Así, cualquier intento de sostener la protección social de la población en riesgo (es decir: de cobrar impuestos a los más ricos) es desaforadamente atacado como un intento de imponer supuestas dictaduras comunistas.
Cuando ese terrorismo mediático prende en individuos los suficientemente lábiles como para actuar en defensa propia contra el "peligro inminente", asistimos a episodios desastrosos como la masacre noruega o el movimiento norteamericano del "Tea Party" que, con menos espectacuradidad aparente, está generando hechos de gravísimas consecuencias; como arrastrar al Partido Republicano a una política irresponsablemente suicida cuyos efectos -a mediano plazo- se harán sentir a escala mundial.
Por eso es interesante registrar la producción intelectual de sectores "paleoconservadores" capaces de confrontar la realidad social desde su propia óptica, pero sin caer en los delirios del ala extrema.
Esta nota registra las advertencias de Evgeny Morozov (un exiliado de la Belarus pos-soviética) contra la idealización del poder transformador democratizante de las redes sociales cibernéticas. Frente al entusiasmo generado por las "revoluciones Facebook" de Túnez y Egipto, este columnista de Foreign Policy nos recuerda que, para que esos movimientos populares se pusieran en marcha, hubo antes razones materiales de súbito encarecimiento de los alimentos y desempleo de sectores laborales calificados (generados -no lo olvidemos- por los desequilibrios de la especulación financiera). Por la misma razón critica la ingenuidad con la que fueron encarados las "revoluciones de color" contra regímenes como los de Irán y la propia Belarus, los cuales también fueron capaces de emplear las redes sociales para detectar y detener a sus opositores.
Lo que no dice (pero queda implícito en su planteo) es que esos regímenes autoritarios mantienen un cierto grado de seguridad social estatal frente a la amenaza desintegradora que significa la apertura irrestricta al capitalismo financiero que prometen los evangelistas de la libertad.
4.8.11 |
Category:
Belarus caricatura,
conservadores,
crisis,
Egipto,
Facebook,
Irán,
medios,
Morozov,
Tea Party,
Trotzky,
Túnez
|
6
comentarios
Comments (6)
Querido Bob
Interesantísmo lo que compartís. Confundir la herramienta con la causa es un gran error. En todo caso, la herramienta no es más que un instrumento, por eficaz que se crea. Y creo que nuestros humildes blogs no hacen mucho más que expresar lo que pensamos, pero dentro de un reducido círculo de gente con la cual, por lo general, estamos de acuerdo en las cuestiones básicas. Algo así como un grupo de pertenencia.
Nunca seremos "agentes del cambio de opinión", al menos en nuestra doméstica tierra, aunque sí creo debemos reconocer(nos) que durante la crisis con la agrogarquía (me gustó este neologismo) y con la Ley de Medios hicimos bastante ruido. Pero no más que eso.
Creo que la eficacia propagandística existe, pero cuando es multimedia, es decir, con diarios, TV, radio e Internet, porque es una replicación constante y absoluta, envolvente.
Tampoco hay que perder de vista que estamos hablando desde acá, la CABA (cunado tengas ganas, pasate por el boliche porque hay un panfleto nuevo). ¿Cuál es la capacidad de penetración y formación de opinión en el Chaco, Jujuy ó Misiones ? y si así fuera, ¿qué cambiaría en lo real ?
Te mando un gran abrazo
Gracias por tu fidelidad Sujeto. En realidad la idea era recuperar un ritmo de posteos de laburos que han ido quedando relegados con un comentario mínimo. Pero la vergüenza intelectual puede más. Como habrás visto por el complicado post anterior, me estuvieron preocupando bastante los fenómenos que está produciendo la decadencia del Imperio. La Historia dice que esos períodos son peligrosos e irracionales. Paradójicamente, vivir en esta época de la Argentina kirchnerista (pese a los sobresaltos y las tensiones) me produce la extraña sensación de estar en un buen refugio por primera vez. Habrá que remarla, todavía. Pero ya parece cuento eso de los argentinos haciendo cola para mudarse a España ¿no?. Un fuerte abrazo.
Este post me recordó la lectura "izquierdista" de los revolucionarios conservadores de Weimar, incluyendo a Heidegger y, quizás, Nietzsche.
Tipos que hacen edificios sorprendentes, llenos de intuiciones, pero sin cimientos teóricos de ningún tipo, más allá de algunas ideas-fuerza.
Saludos.
Me gustaría entender mejor tu asociación. Supongo que con la "lectura izquierdista de los revolucionarios conservadores" te referís a la que hicieron Laclau y Mouffe de Schmitt o a la de Deleuze de Heidegger y Nieszche (aunque yo sólo las conozco de oídas). Pero lo que no me queda claro es cuál sería el paralelismo acá. Un abrazo.
Me refiero al "interés en registrar la producción intelectual de sectores paleoconservadores".
Y las lecturas izquierdistas empiezan por Gramsci leyendo a Croce y Mosca y terminan en Grünner leyendo a Schmitt, pasando por los althusserianos como Perry Anderson, y siguen las firmas.
Saludos.
Me parece que la comparación me queda un poco grande. Pero, aún así, "registrar" no es lo mismo que incorporar conceptos, sino estar atentos a lo que se cocina en el otro campo y no ser tomados por sorpresa (que es lo que Gramsci reprochaba al concejismo de Bordiga, si no recuerdo mal).
Lo que sí te puedo asegurar es que en este caso le pongo mis fichas a la ilustración antes que a mi comentario. Resulta que el tal Morozov se enteró por Twitter y la anduvo elogiando. Cosa loca ¿no?. Un abrazo.