El Memorandum de Entendimiento con Irán permitirá -ante todo- finalizar el juego del contencioso entre los dos países, basado en pruebas secretas que nadie ha visto, aportadas por un testigo de identidad reservada. Un juego en el que la Argentina ha servido de peón en un tablero geopolítico ajeno. Sugiero leer esta entrevista con quien estuvo involucrado en las primeras etapas de la investigación, antes de que las pistas reales fueran borradas.

Por otra parte permitirá terminar con las infinitas ambigüedades que prosperaron a la sombra de una causa judicial insepulta. Un ejemplo es Fabián Bosoer, autor de la nota para la que hice esta ilustración. Mientras defiende en un periódico local de difusión limitada la posibilidad de que el acuerdo redunde en efectos positivos, sostiene en una columna del New York Times, el tradicional relato prejuicioso que la derecha internacional quiere leer.

Posiblemente tengan razón quienes -apelando al golpe bajo- denuncian el acuerdo como "el Punto Final" de la causa. Pero se olvidan de que la causa descarriló hace mucho, cuando fue desviada por el juez Galeano (y sus instructores de los servicios) hacia la vía muerta de la Traffic-bomba y de Irán. Final de juego, entonces, para las muchas hipocresías que vienen encubriéndose con ella y -tal vez- inicio de otro viaje; esta vez hacia la trama de encubrimientos y complicidades de adentro y de afuera.

Comments (2)

On 10/3/13, 18:16 , Bruno Bauer dijo...

Flojo lo de Bosoer. Esperemos que el fin de esas ambigüedades no traigan otras (interpretar la buena voluntad de la derecha iraní, entre otras). Saludos.

 
On 11/3/13, 18:14 , Bob Row dijo...

No creo que nadie (con responsabilidades) se chupe el dedo (excepto D'Elía, claro). Abrazo.