En una nota bastante resignada, Oppenheimer reconoce que las cosas van muy bien entre los presidentes de Colombia y Venezuela. ¿Y por qué no antes? El autor no lo dice, pero parecería que el conflictivo no era el "dictador" Chávez sino, más bien, el "democrático" Uribe, después de todo.
Por otra parte, ahora resulta que los colombianos se cansaron de que tanta "relación carnal" con EE.UU. tuviese escasa retribución económica concreta y empezaron a ver con buenos ojos al comprador bolivariano.
Otra cosa que el bueno de Andrés no cuenta pero desde acá nos preguntamos: ¿no habrá tenido nada que ver la gestión exitosa de Néstor Kirchner al frente de UNASUR cuando -ayer nomás- estos dos mismos presidentes estuvieron a punto de lanzarse a la guerra por quién se acuerda qué motivo?
Comments (2)
Hola Bob
Me resulta gracioso el último párrafo de la nota de Oppenheimer (bien definida como resignada, puedo imaginarlo haciendo pucheritos), donde describe de modo tal la estrategia de Santos que lo hace parecer una histérica de libro, ofreciéndose a Chavez para que reaccione Obama...
Parece que el cronista no puede reconocer nada del orden del buen laburo de NK en Unasur, y se queda con su culebrón.
Gran Abrazo para vos.
Hola Sujeto: ¡qué bueno leer de nuevo tus comentarios!.
AO arma su artículo como si estuviera advirtiendole al Congreso yanqui lo que pasa cuando se demora en ratificar los convenios de libre comercio (de los cuales es fan), pero se le nota mucho el disgusto por la buena imagen que recibe Chávez, por contraste. El supuesto jueguito histérico de Santos, en todo caso, no sería nada excepcional como modo de presión ¿no?
Otro gran abrazo.